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jueves, 18 de noviembre de 2021

190 años del nacimiento de Dostoyevski

 





La literatura rusa clásica ha marcado significativamente la narrativa de todas las generaciones posteriores. Aún estudiamos a los rusos como si fueran seres venidos de otros planetas, no entendemos bien cómo hicieron para mostrar de forma tan clara el mundo de aquella época e intentamos explicarnos cómo un mismo país pudo dar con diferencias de tan pocos años escritores tan excelentes como lo fueron Lev Tolstói, Fiódor Dostoyevski y Anton Chejov, y poetas como Alexander Pushkin.

Uno de los escritores del siglo de oro ruso más destacado es Fédor Dostoyevski y como el 11 de noviembre será el 190 aniversario de su nacimiento, he decidido escribir una pequeña nota sobre su persona y su obra, que espero les guste.

Incomprensión y tragedia socaban su infancia

Fédor Mijáilovich Dostoyevski nació en 1821 en una aldea vecina a Moscú. Como escritor se caracterizó por ofrecer una prosa sumamente profunda y crítica. En todas sus obras el elemento fundamental es la psicología del ser humano, las formas de reaccionar frente a los problemas de la vida, de relacionarse con otras personas, de entender la historia y de no corregir los errores.

La tragedia marcó de forma brutal la vida de Dostoyevski, cuando tenía pocos años de vida su madre falleció de tuberculosis y a partir de entonces su padre se sumió en el alcohol y el juego, vicios que muchos años más tarde cautivarían y arruinarían la vida sentimental del escritor.

La relación con su padre nunca fue buena, dado que Fédor deseaba ser escritor y no dedicarse a la medicina o la abogacía como esperaba su progenitor, a causa de esto discutieron en repetidas ocasiones. Cuando el padre falleció, mientras Fedor se hallaba estudiando en Moscú, éste se culpó dado que muchas veces había deseado profundamente que aquello ocurriera para poder vivir tranquilo. Es importante destacar que su padre era un hombre violento, extremadamente exigente y poco afectuoso con sus hijos.


Obras que conquistaron el mundo

Son muchas las obras de Dostoyevski que han alcanzado la fama pero posiblemente no son las más famosas las que recomendaría, a excepción de «Crimen y Castigo» que es una de las obras más impresionantes que he leído. Por ejemplo, «El jugador» ha sido una obra que adquirió gran popularidad, pero para mí se trata de las peores prosas escritas por este impresionante autor. La historia tiene algunos desperfectos y la forma narrativa deja bastante que desear.

Como simple detalle es bueno comentar el por qué de la existencia de aquella obra. «El jugador» fue el fruto de una deuda, si Dostoyevski no entregaba en un corto plazo una nueva novela al editor Stellovski como pago del contrato, perdería los derechos sobre el resto de sus obras; por eso escribió esta historia, que algunos aseguran es una de sus memorias, una de las más autobiográficas del autor. Habría que preguntárselo a Fédor, pero supongo que todas sus obras tienen mucho de autobiográfico pues era un escritor que escribía extrayendo su corazón a trozos e intentando manifestar su forma de pensar y de vivir a través de las ficciones más ocurrentes.

El Príncipe idiota

Una de las obras más impresionantes de Dostoyevski es «El Príncipe Idiota», donde se relata la historia de un hombre, el príncipe Mishkin, un enfermo de epilepsia que, habiendo quedado huérfano de ambos padres vivió durante muchos años en casa de su padrino, quien se ocupó de su educación y cuidados.

Llegada cierta edad decide viajar a San Petersburgo a conocer a la única parienta que le queda, una prima lejana; allí comienza a tratar con un gran número de gente, debiendo permitir que se burlen de él por su «rareza» y entablando relaciones íntimas con personas que transforman su vida radicalmente, como Nastacia.

En esta obra se plantean cuestionamientos sumamente interesantes, cuestiones de moral y ética y a la vez interrogantes acerca de las personas y sus razonamientos.


Uno de los temas fundamentales de la obra es la epilepsia, enfermedad que padece el príncipes. Esta obra puede ser considerada como un ensayo acerca de esta enfermedad desde la óptica del enfermo, cómo se vive corriendo siempre el riesgo de sucumbir a una crisis y cómo se sufre la etapa posterior a los ataques, aquellos que hayan tenido o aún padecen esta enfermedad sabrán a qué me refiero.

Es necesario abrir un paréntesis y aclarar que en aquel entonces los conocimientos acerca de la epilepsia eran casi nulos, algunos lo relacionaban con cuestiones diabólicas y sobre naturales, otros con problemas mentales. Los epilépticos eran el foco para las burlas más crueles y eran llamados idiotas en muchos lugares, de ahí el nombre de la obra.

El segundo tópico importante es la pena de muerte y su cualidad moral. Cabe destacar que Fedor Dostoyevski estuvo condenado a muerte y fue al pie del patíbulo donde consiguió la redención, hecho que permitió que en esta obra manifestara un punto de vista sumamente humanista, contemplando en primer lugar la inocencia de la cantidad de seres humanos que eran ejecutados sin merecerlo.


Siberia según Dostoyevski

Dada su personalidad controversial, en 1849 Fédor fue detenido y condenado a muerte por formar parte de un grupo intelectual de liberales. Al autor se le perdonó la vida a cambio de 5 años de trabajos forzados en Siberia y otros 5 como soldado en el pelotón. Diez años después de haber sido condenado pudo recuperar su título nobiliario y volver a publicar sus obras.

En «Memorias del subsuelo» y «Temporada en el infierno», Fédor cuenta su experiencia estando desterrado en Siberia. En ese período su vida fue realmente tortuosa, los ataques epilépticos fueron en aumento y la soledad se hizo más intensa.

Posteriormente expresaría que dicha experiencia lo había cambiado profundamente; no volvió a ser el mismo luego de esa etapa.



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