Sung, Ki. 2025. “Why Teens Love to Hang Out at the Library.” KQED MindShift, 23 de septiembre de 2025. https://www.kqed.org/mindshift/65817/why-teens-love-to-hang-out-at-the-library
Las bibliotecas públicas han evolucionado para convertirse en espacios atractivos y relevantes para los adolescentes. En lugar de ser lugares silenciosos y tradicionales, muchas bibliotecas ahora ofrecen entornos dinámicos donde los jóvenes pueden relajarse, socializar, estudiar y desarrollar habilidades creativas.
Las bibliotecas han transformado su papel tradicional para adaptarse a las necesidades y preferencias de los adolescentes. En lugar de ser únicamente lugares silenciosos dedicados a la lectura y el estudio, las bibliotecas modernas ofrecen espacios dinámicos que combinan aprendizaje, creatividad y socialización. Estas transformaciones responden a la necesidad de proporcionar entornos seguros y estimulantes donde los jóvenes puedan explorar intereses diversos, desde la tecnología digital hasta las artes, mientras construyen relaciones sociales y comunitarias.
Un ejemplo destacado es The Mix, un espacio exclusivo para adolescentes en la Biblioteca Pública de San Francisco. Este espacio ofrece actividades variadas, como impresión 3D, grabación de música, producción de videos, creación de podcasts y juegos, lo que permite a los jóvenes desarrollar habilidades técnicas y creativas de manera informal y autónoma. La iniciativa se inspira en el programa YOUMedia, implementado en 2009 por la Biblioteca Pública de Chicago, que proporcionaba acceso a tecnología digital en un entorno supervisado y seguro. La experiencia resultó tan exitosa que se expandió a 29 sucursales y se convirtió en modelo para otras bibliotecas en Estados Unidos.
El artículo también subraya cómo la pandemia de COVID-19 puso de relieve la importancia de estos espacios para los adolescentes. La interrupción de la vida escolar y social provocó un aislamiento significativo, lo que hizo que muchos jóvenes dependieran de la biblioteca como lugar de reconexión y apoyo emocional. En respuesta, la Biblioteca Pública de Nueva York y otras instituciones han ampliado sus programas para adolescentes, ofreciendo no solo actividades creativas, sino también oportunidades de participación cívica, preparación universitaria, talleres de habilidades prácticas y clubes de lectura. Estos programas buscan equilibrar el aprendizaje académico con la construcción de comunidad y el desarrollo personal.
Sung enfatiza que esta transformación demuestra que las bibliotecas pueden ser mucho más que depósitos de libros: son centros de innovación educativa y social, adaptables a los intereses de cada generación. Al ofrecer espacios que combinan tecnología, creatividad y socialización, las bibliotecas fomentan un sentido de pertenencia y motivación entre los adolescentes, contribuyendo a su desarrollo integral y fortaleciendo la conexión entre los jóvenes y su comunidad. En este sentido, las bibliotecas modernas se presentan como un modelo de cómo las instituciones culturales pueden reinventarse para seguir siendo relevantes en un mundo digital y socialmente cambiante.
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