A partir del siglo XI Occidente conoció un gran desarrollo demográfico y económico con avances en la producción agrícola, en el comercio y en la industria. Las ciudades, aunque aún no muy pobladas, comenzaron a tener importancia y su clase dirigente, la burguesía, es la primera que se sale del mundo feudal.
El cambio de signo, económico y demográfico, se produjo desde mediados del siglo XIV. Hambres, epidemias y guerras convirtieron en zonas catastróficas muchas regiones de la Europa cristiana, que perdió casi la mitad de la población.
El carácter urbano de la nueva sociedad tuvo como consecuencia una nueva religiosidad caracterizada por la aparición de las Ordenes mendicantes y los deseos y los deseos en la reforma de la Iglesia.
Es en el siglo XIII cuando el pensamiento medieval alcanza sus más altas cotas, tanto con los pesadores escolásticos, particularmente Santo Tomás de Aquino, como sus oponentes como Roger Bacon. En campo de la ciencia experimentales, conocidos en Oriente, fueron la vanguardia de los nuevos tiempos que se avecinaban, como la brújula, el papel, la pólvora y la imprenta, que estaban destinados a influir decisivamente en los destinos de la humanidad.
El estilo artístico de los últimos siglos medievales fue el arte gótico. Sus tres elementos más característicos fueron la bóveda de ojivas, el arco apuntado y los arbotantes.
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