en la sede sevillana hacia el año 599 D.C.
ocupándola cerca de cuarenta años. Presidió y fue el alma del IV Concilio de Toledo,
el más famoso de todos, tanto desde el punto de vista religioso como en su aspecto
social y político. Murió tres años después, en el 636 D.C. Isidoro fue el continuador
de su hermano en la escuela de Sevilla, consagrándose a la formación de la juventud
y buscando los mejores maestros con grandes sumas de dinero.
A la enseñanza oral añadió Isidoro la escritura. Ningún español de la antigüedad puede
igualársele en producción literaria. Sin ser un genio extraordinario fue un hombre de
amplísimos conocimientos.
Estudió la mayor parte de la producción literaria de la antigüedad sagrada y profana,
utilizándola copiosamente en sus libros, extractando en sus lecturas lo que le parecía de
mayor interés. En su biblioteca se veían mezclados los autores clásicos y los eclesiásticos.
"Muchos son los libros que ves en los estanques (decía una inscripción al que entraba); no tienes más que tomar el que quieras y empezar a leer."
En otra sala estaban los copistas, encuadernadores y preparadores del pergamino, los libreros.
Un letrero decía: "Levántese en alto el copista que esté media hora hora ocioso y reciba
en su espalda dos azotes. El que duerme y el que habla no tiene nada que hacer aquí."
Las "etimologías", su gigantesca obra, están divididas en veinte libros; aún sin terminar,
las obras nos ofrecen las líneas generales de un gran sistema que partiendo de Dios pasa
por los ángeles y los hombres, baja a los animales para extenderse luego al mundo material.
Fuente:
Compendiado de la Historia de España. Tomo III.
por Menéndez Pidal, Espasa-Calpe, 1975.
Isidoro de Sevilla
https://es.wikipedia.org/wiki/Isidoro_de_Sevilla
IV Concilio de Toledo
https://es.wikipedia.org/wiki/IV_Concilio_de_Toledo
Las Etimologías
https://es.wikipedia.org/wiki/Etimolog%C3%ADas_(enciclopedia_de_san_Isidoro_de_Sevilla)
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