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viernes, 4 de febrero de 2022

Diez libros imprescindibles del siglo XXI que ya son clásicos

   



                       
 

Para que una obra de arte de cualquier tipo se convierta en clásica es necesario el paso del tiempo. La cuestión aquí es cuánto es necesario. ¿Se puede considerar clásico un libro a los diez años de su publicación? Los años venideros nos darán o quitarán la razón, pero hay un puñado de libros publicado en este siglo del que apenas llevamos 22 años que han conseguido ya una influencia y un alcance que nos hace pensar que dentro de otros 10, 20 o 30 seguirán manteniendo su poder y su influjo en el canon literario. Por esa razón, hemos seleccionado estos libros que deberían tener un lugar en cualquier biblioteca que se precie.

En el comienzo de este siglo llegara Austerlitz, una narración de la historia reciente de Europa a través de su protagonista y una de las mayores muestras de un talento gigantesco como el de W. G. Sebald, capaz de conectar calles, edificios y paisajes con las heridas de todo un continente.

Es posible que no haya habido otro escritor que haya causado un mayor impacto en la literatura en español de este siglo que Roberto Bolaño2666, su obra póstuma, es una novela torrencial que abarca todas sus pasiones y obsesiones, una búsqueda en la que la propia literatura es el motor que la hace avanzar, y un retrato de la violencia y el crimen en México.

A los primeros años del siglo también le debemos otra de esas obras que deslumbran y apabullan al lector. En MiddlesexJeffrey Eugenides conecta un éxodo familiar desde la vieja Europa con los caminos del amor y del deseo, indagando al mismo tiempo en la ambigüedad y las imposiciones que nos marca nuestro mundo en función del sexo con el que nacemos.

Ian McEwan podría haber tenido varias obras en esta selección, pero la profundidad psicológica y la sutileza con la que va desenmarañando las relaciones entre los personajes que pueblan una casa de campo de una familia británica de clase alta hacen de Expiación su obra más brillante, una referencia desde su publicación dentro de la literatura anglosajona.

Hay un pequeño sector de obras que, además de ser aclamadas por la crítica también se convierten en fenómenos de ventas en todo el mundo. La saga de La amiga estupenda, creada por esa enigmática autora que es Elena Ferrante, es una de ellas. El despertar a la vida adulta, al amor y al dolor, de unas mujeres que representan a toda una generación.

De otro tipo de aprendizaje, el más doloroso que podamos experimentar, nos habla El año del pensamiento mágico. La pérdida, y la vida después de ella, es el relato en primera persona con el que Joan Didion nos lleva a entender que la literatura es una forma de vida, de darle un sentido cuando ya parece no tenerlo.

Con El ferrocarril subterráneoColson Whithehead logró el primero de sus dos premios Pulitzer y se convirtió en uno de los escritores estrella de nuestro tiempo. Su relato de la huida de la esclavitud en los estados del sur de EE UU mezclado con fantasía logró una de esas novelas que resuenan en el subconsciente mucho después de ser leídas.

Sobre reza, identidad y desigualdad, esta vez en nuestra época, nos habla Chimamanda Ngozi Adichie, otra autora que ha alcanzado la popularidad, en Americanah, obra clave para entender la experiencia de un mundo en el que las raíces y los vínculos están cada vez más desdibujados.

La corrupción, un mal congénito a casi cualquier sociedad, es el hilo sobre el que Rafael Chirbes teje Crematorio, una de las grandes obras en español de este siglo, una novela en la que el dinero y el poder también sirven para radiografiar las relaciones humanas.

La literatura convertida en vida y entremezclada en ella es el leitmotiv de Los diarios de Emilio Renzi, la obra con la que Ricardo Piglia traza su vida y su obra, convirtiéndola en un diálogo constante con el arte.

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