Alicia González Inocente, inocente Me pregunto si todavía hay alguien que celebre ahí fuera el día de los inocentes. Les confieso —a riesgo de revelar una cierta edad— que cuando yo era pequeña las bromas de este día eran notables, muy inocentes en el ámbito más cercano pero sonadas en el ámbito público, ya que hasta aparecían en el periódico y en los informativos de televisión. La diversión consistía en descubrir cuál era la noticia falsa, a veces algo muy obvio pero otras tantas algo creíble. Hoy algo similar sería impensable, casi por corriente. La era de las fake news ha acabado con las inocentadas. Pese a ello, una de nuestras firmas invitadas, Ignacio Sánchez-Cuenca, apuesta a ese juego del inocente, inocente y especula con un posible reality show de un grupo de diputados encerrados en una casa y grabados 24 horas al día para verles en su salsa. No veo qué interés podría tener algo así para la audiencia, visto lo visto en las bochornosas sesiones de control en el Congreso de los Diputados. Pero qué sé yo de audiencias si no encuentro sentido a según qué programas y luego rompen el share. También uno de nuestros ilustradores, Riki Blanco, hace honor al día. Si no fuera por la gravedad de los temas, la broma podría seguir en otras lecturas de opinión de este martes, como las reiteradas reformas educativas cuyos resultados nunca se evalúan, la despedida a este infame 2021 que acaba o la publicidad sexista en los juguetes. Menos mal, que uno de nuestros lectores, Gonzalo de Miguel Renedo, escribe una carta de elogio a la actitud de los palmeros ante la adversidad que nos permite reconciliarnos con el ser humano. |
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