Sidi, un relato de frontera, es una novela de historia ficción o novela histórica de este autor. En una especie de prólogo
super corto de solo seis líneas (bien por los mini prólogos!), Arturo dice:
Hay muchos Ruy Díaz en la tradición española, y éste es el mío.
¿Cómo es el Ruiz Díaz de Arturo? Esta es mi opinión.
Lo primero es que tan solo he leído las 100 primeras páginas del libro, que tiene unas 300 páginas. Me parecen demasiadas. Con solo 200 el libro, sin duda, estaría mejor. En las primeras cien páginas, el libro parece una novela del oeste de Marcial Lafuente Estefanía o de Zane Grey. Sustituímos los indios por moros, y a los vaqueros por soldados cristianos en busca de matar y saquear a los primeros. En las primeras cien páginas, un grupo de una treintena de cristianos armados persiguen a una aceifa de moros armados que van haciendo estragos entre los cristianos que por necesidad, habitan una tierra de frontera peligrosa. El subtítulo (un relato de frontera) refuerza el parecido con una novela del oeste.
¿Cómo es el líder de esta banda o partida de cristianos en persecución no de un patriotismo que no existía entonces, sino de esclavos, monedas, ganado y cuanto de valor hubieran robado la otra partida de moros a la que persiguen. Hay un cierto trasfondo religioso reforzado por un fraile armado hasta los dientes como los demás miembros de la partida, que tras ser asaltado su convento a principios del libro se le une, pero el libro no va de animadversión religiosa. El verdadero motivo de los perseguidores es el oro y las riquezas que se puedan vender fácilmente.
El Sidi de Arturo es un hombre taciturno, callado y silencioso hasta la exasperación (dadme por bueno que los tres adjetivos son sinónimos, por favor), un hombre tan poco hablador que hasta parece subnormal. Me parece que en este punto Arturo se ha pasado cuatro pueblos. Siempre es Minaya, su lugarteniente y amigo desde la infancia, él que tiene que tiene que tirarle de la lengua.
Y de este modo Minaya le va sacando de su ensimismamiento y esto le sirve al autor para relatar partes del pasado de Ruy. La novela empieza cuando el rey Alfonso VI de Castilla le destierra por Ruy le obligó a jurar en su coronación que no intrigó para matar a su hermano Sancho, el anterior rey de Castilla. El recién coronado rey juró pero no le perdonó su afrenta a Ruy y lo mandó al destierro. Y Arturo nos presenta a un Ruy que no tiene amigos, jefe de una banda de unos 40 o 50 zarrapastrosos (el libro insiste varias veces en que los hombres huelen a caballo, a estiércol de caballo y a sudor y no entiendo la causa de tanta reiteración en este punto). Ruy es inteligente y calculador. Y como se esperaba por la imagen que la literatura y la historia dan de él, es un hombre muy fiel a su rey, en este caso a Sancho y no a Alfonso.
Por supuesto, la astucia del de Ivar les lleva a sorprender a los moros y vencerlos.
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