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miércoles, 14 de abril de 2021

LYDIA DAVIS, Cuestiones gramaticales / Una segunda oportunidad

Cuestiones gramaticales 

Ahora que se está muriendo, ¿puedo decir: «Aquí es donde vive»? Si alguien me pregunta: «¿Dónde vive?», ¿puedo contestar: «Bueno, no es exactamente que esté viviendo, se está muriendo»? Si alguien me pregunta: «¿Dónde vive?», ¿digo «Vive en Vernon Hall», o debería decir: «Se está muriendo en Vernon Hall»? Cuando esté muerto, podré decir, en pasado, «Vivió en Vernon Hall». También podré decir: «Murió en Vernon Hall.» Cuando esté muerto, todo lo que le afecte estará en pasado. Aunque la frase «Está muerto» estará en presente, así como preguntas del tipo: «¿Dónde lo han llevado?» o «¿Dónde está ahora?» Pero entonces no sabré si palabras como él y otros pronombres personales de la tercera persona son correctos en presente. Si él, una vez que esté muerto, seguirá siendo «él», y por cuánto tiempo. Quizá la gente diga «el cadáver» y le llame «eso». Yo seré incapaz de decir «el cadáver» para referirme a él, porque para mí sigue siendo algo a lo que no podemos llamar «el cadáver». Quizá la gente diga «su cadáver», pero tampoco me parece bien. No es «su» cadáver porque ya no es suyo, una vez que ya no tiene fuerza ni capacidad para poseer nada. No sé si existe un «él», aunque la gente diga: «Está muerto.» Parece correcto, sin embargo, decirlo. Quizá sea la última vez que él aún sea «él» en presente. O quizá no sea la última vez, puesto que diré: «Yace en su ataúd.» No diré, ni lo dirá nadie: «Ahí yace eso en su ataúd.» Seguiré diciendo «mi padre» para referirme a él, después de su muerte, pero ¿lo diré sólo en pasado? ¿Lo diré también en presente? Lo pondrán en una caja, no en un ataúd. Cuando esté en la caja, ¿diré «Lo que está en la caja es mi padre» o «Lo que está en la caja era mi padre»? ¿O diré «Eso que hay en la caja era mi padre»? Una segunda oportunidad Si tan solo tuviera la oportunidad de aprender de mis errores, lo haría, pero hay demasiadas cosas que no haces dos veces; de hecho, la mayor parte de las cosas importantes son cosas que no haces dos veces, así que no las puedes hacer mejor la segunda vez. Haces algo mal y luego ves lo que hubiera sido mejor hacer y estás preparada para hacerlo, de presentarse la oportunidad, pero la próxima experiencia es muy diferente y tu juicio de nuevo será erróneo y aunque luego estés preparada para esta experiencia si habría de repetirse, no estás preparada para la experiencia siguiente. Si, por ejemplo, pudieras casarte a los dieciocho años dos veces, la segunda vez podrías asegurarte de que no fueras tan joven para hacerlo, porque tendrías la perspectiva de ser mayor y sabrías que la persona que te aconseja casarte con este hombre te está dando un mal consejo pues sus razones son las mismas que te dio la última vez que te aconsejo casarte a los dieciocho. Si pudieras traer un hijo de un primer matrimonio a un segundo matrimonio por segunda vez, sabrías que la generosidad puede convertirse en resentimiento si no haces las cosas bien y el resentimiento en amabilidad si las haces, a menos que el hombre con el que te cases cuando te cases por segunda vez una segunda vez tuviera un temperamento muy diferente al del hombre con quien te casaste por segunda vez la primera vez, en ese caso tendrías que casarte con ese hombre dos veces para saber cuál sería el mejor camino que tomar al casarse con un hombre de su temperamento. Si pudieras ver a tu madre morirse por segunda vez podrías estar preparada para pelear por conseguir una habitación privada donde no hubiera nadie viendo la televisión mientras ella muere, pero si estuvieras preparada para pelear por eso, y lo hicieras, tendrías que perder a tu madre de nuevo para saber lo suficiente como para decirles que coloquen bien su dentadura y no mal como lo hicieron antes en su habitación y la vieron por última vez sonriendo tan extrañamente, y luego una vez más para asegurarte que sus cenizas no fueran guardadas de nuevo en esa especie de contenedor de correos aéreos donde la mandaron al norte a un cementerio.

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