La República es un Estado, un cuerpo
político. Una forma de gobierno en que el poder reside en el pueblo, que lo
delega en un jefe de Estado elegido democráticamente (bien por voto directo de
los ciudadanos, bien por el voto de un colegio). El jefe de Estado (presidente
de la República) ocupa el cargo por un tiempo determinado y no puede
convertirlo ni en hereditario ni en vitalicio. La característica principal de
la República es la existencia de un conjunto de leyes fundamentales, la
Constitución (aprobada también por el pueblo o por sus representantes
legítimos), que regula la vida política del país. Aunque se hable de República
para designar a las antiguas ciudades- estado griegas, o al régimen impuesto
por O. Cromwell en Inglaterra (1649-1658), sólo a partir de la consolidación
del Estado Liberal como forma política es posible hablar de República en su
concepción actual, caracterizada por la figura de un jefe de Estado, y la
división de poderes (ejecutivo- presidente; legislativo- parlamento; judicial-
tribunales).
Durante la Edad Media se sentaron las
bases teóricas de la República, y hubo algunas tentativas y experiencias de
carácter similar a las Repúblicas actuales.
Repúblicas estables (por ejemplo EE.UU)
ligadas a movimientos de la emancipación o de lucha anticatólica, comenzaron a
surgir a partir de los SS. XVII y XVIII con la lucha antimonárquica (ej. La
Revolución francesa). La idea de participación popular en el gobierno se fue
asentando, primero con las ideas liberales, y luego con las socialistas. A lo
largo del SXIX el republicanismo alcanzó gran difusión (por ej. En
Latinoamérica), y ya en el S XX ha sido
la forma adoptada por las antiguas colonias al independizarse. El Estado
moderno ha adoptado para la cuestión de la máxima representación del Estado, la
alternativa monárquica- república, y distingue, respecto al ejercicio del poder
estatal, entre democracias y no democracias (sistemas autoritarios, totalitarios,
dictatoriales).
CONTEXTO
GENERAL DE LA II REPÚBLICA ESPAÑOLA EN EL PRIMER BIENIO
Existía un ejercito monárquico que
apoya al Rey en vez de a Primo de Rivera. Primo de Rivera dimite, el rey
encarga a Belenguer que forme gobierno y que prepare la restauración del
sistema, pero el entorno del sistema constitucional de 1876 era considerado
inviable por gran parte del país como quedó plasmado en el pacto de San
Sebastián (agosto 1930) mediante el cuál políticos, socialistas, republicanos y
catalanistas de izquierdas se pusieron de acuerdo para la acción conjunta
antimonárquica. Un grupo de intelectuales adictos al republicanismo e incluso
el ejército pierde su cohesión monárquica (sublevación de Jaca). Mientras, la
cuestión social se complica de nuevo. Desbordado por la situación política el
gobierno no atiende a la cuestión económica en la que se advierten los primeros
síntomas de la crisis de 1929, como era imprevisible convocar elecciones para
salir de la situación creada por el estado de excepción de la dictadura se
decide comenzar por las municipales. El 12 de abril de 1931 se produce el
triunfo en las grandes ciudades de la coalición republicano- socialista: en
Barcelona Esquerra republicana vence a la Lliga y en Madrid se constituye un
comité revolucionario ante cuyo ultimátum el rey decide suspender el ejercicio
del poder real y salir del país. El 14 de abril es proclamada la Segunda
República Española y ésta heredará los problemas del sistema monárquico
nacional.
Cuando se
proclamó la República el comité revolucionario gobernaba provisionalmente y
estaba presidido por Alcalá Zamora, cuyo programa de actuación fue: La reforma
Agraria, la libertad de culto, y el respeto a la propiedad privada.
Inmediatamente
se convocan elecciones a la Cortes Constituyentes (sufragio universal para
barones mayores de veintitrés años). Antes de celebrarse las elecciones de
finales de Junio tuvo grandes problemas: La quema de conventos de Madrid, la
huelga de telefónica y amenazas de la derecha que obligaron a promulgar una Ley
en defensa de la República. Alcanzaron una participación del 65% y dieron la
mayoría de los escaños a los socialistas y republicanos (partidos de izquierda
y centro). Los de derechas no alcanzaron los cien escaños. En esa época
existían diez partidos de derechas,
seis izquierda
y seis organizaciones obreras también de izquierdas claro está.
Uno de los
avances de este periodo fue la promulgación de La Constitución de 1931.
Entre las
cuestiones que se discutieron en las cortes hubo dos importantes: Las
relaciones iglesia estado y la autonomía de las regiones. Los artículos
anticlericales de la Constitución defendidos por Azaña y por los socialistas,
triunfaron a pesar de la oposición de los moderados por lo que Alcalá Zamora
dimitió haciéndose cargo del gobierno provisional. La Constitución le fue
aprobada en diciembre de 1931 en lo que podríamos llamar Declaración de derechos españoles se incluía: Libertad religiosa,
de expresión, reunión, asociación y petición (derecho de toda persona a dirigir
una petición al gobierno). El derecho de libre residencia, de elección de
profesión, inviolabilidad de domicilio y correspondencia. Por otro lado se
suprimía todo privilegio de clase social y riqueza lo que equivalía a anular la
nobleza como entidad jurídica. Se apuntaba también la posibilidad de
socialización de la propiedad y de los principales servicios públicos aunque en
definitiva de los principales proyectos de nacionalización de la tierra las
minas los bancos y los ferrocarriles nunca se llevaron a cabo. Las Cortes según
la Constitución de 1931 quedaban constituidas en un único congreso de diputados
elegidos cada cuatro años por sufragio universal también femenino. Además de
sus funciones legislativas y del apoyo al ejecutivo, las cortes debían elegir
junto con un número de compromisarios igual al de diputados elegidos por
sufragio universal al presidente de la República que tendría un mandato de seis
años.
La
constitución había resultado un triunfo de los socialistas y de los
republicanos de izquierdas dirigidos por Azaña. Por eso estos dos grupos fueron
quienes llevaron a cabo la tarea de poner en marcha la República. Las cortes
nombraron presidente a Alcalá Zamora y éste nombró jefe de gobierno a Azaña.
Durante los dos primeros años (hasta finales del 33) franquistas y socialistas
intentaron encontrar solución a los principales problemas del país. La cuestión
religiosa agrandaba la separación entre derechas e izquierdas mientras los
partidos del poder se veían atacados por la derecha (pronunciamiento fracasado
del general Sanjurjo, agosto de 1932) porque pretendía hacer demasiadas
reformas y desde la izquierda porque decían que reformaban lentamente (movimiento
revolucionario anarquista de la zona industrial de Llobregat en enero de 1932).
Los problemas a los que se enfrentó la República de izquierda fueron:
religioso, militar, regional, social, agrario y los de enseñanza y cultura.
RELIGIOSO: Teniendo como base
la separación de la iglesia y el estado se promulgó la extinción en dos años
del presupuesto del clero y el sometimiento de las órdenes religiosas a una ley
especial. A lo largo del 32 y del 33 se fueron promulgando leyes y decretos complementarios:
- Disolución de
la Compañía de Jesús y confiscación de sus bienes.
- Matrimonio
Civil, divorcio, secularización del cementerio.
- Prohibición de
la enseñanza a las órdenes religiosas.
Esto
último fue un fallo de previsión puesto que el estado no contaba con aulas,
profesores y demás para hacerse cargo de toda la enseñanza del país. Todo esto
significó un sistema de constante oposición entre la iglesia y la república.
PROBLEMA
MILITAR: El ejército que se había
mostrado abiertamente monárquico durante la crisis del 17 podría representar un
peligro para el régimen republicano según Azaña. Por lo que se decidió llevar a
cabo una depuración pacífica del ejército y conseguir un régimen político
desmilitarizado.
El
ejército español, en ese momento tenía un exceso de oficialidad, por lo que la
llamada Ley Azaña (Abril de 1931) admitía el retiro con sueldo de todos los
generales y oficiales que no quisieran prestar juramento de fidelidad a la
República. Casi la mitad de los posibles beneficiarios se acogieron a la ley,
con lo cuál se disolvió el problema y además se aseguró (teóricamente la
fidelidad del ejército.
PROBLEMA
REGIONAL: La
cuestión de la diversidad nacional dentro de España fue uno de los primeros
problemas al que tuvo que enfrentarse la República. La Constitución mencionaba
la posibilidad de conceder la autonomía a las regiones que la solicitaran y
celebrado un plebiscito en Cataluña sobre el proyecto de un estatuto regional,
la población y fue favorable a él en más del 90%. Así se inicia en las cortes
el estudio de este estatuto y se alarga casi todo el 32. Fue muy debatido por
la fuerza que poseían los partidos del estado unitario. A pesar de que Azaña
era un gran defensor del proyecto, el pronunciamiento de Sanjurjo contribuyó a
reforzar la posición de los izquierdistas lo que favoreció la aprobación del
estatuto de Cataluña por las cortes.
PROBLEMA
SOCIAL: Los puntos esenciales de la sistemática económica
de la España republicana son:
- Incidencia del
crack del 29 lo que repercutió en la disminución de la producción minera y en
el estancamiento de la industria textil. De ahí que cada obrero constituya uno
de los elementos dominantes entre el 31 y el 36.
- La legislación
laboral alcanzó gran amplitud durante los dos primeros años de gobierno de la
República siendo ministro de trabajo el socialista Largo Caballero:
- Se aprobaron
las leyes de jornada máxima
- Contratación
laboral
- Patronos
mixtos
- Accidentes en
agricultura
- Regulación del
derecho a la huelga.
PROBLEMA
AGRARIO: Junto con la autonomía de Cataluña la cuestión
de la reforma agraria fue el otro gran problema debatido por las cortes a lo
largo del 32 y aprobado también como contestación al pronunciamiento de
Sanjurjo. El gobierno provisional había promulgado durante el 31 varios
decretos encaminados a evitar una posible insurrección en el campo y a preparar
la Reforma Agraria:
- Congelación de
arrendamientos.
- Jornada
laboral de ocho horas.
- Métodos de
contratación de trabajadores, etc.
Posteriormente
la ley de reforma agraria estableció la expropiación con indemnización de las
grandes fincas que no fueran cultivadas por sus dueños así como las incultas
(no cultivadas) y las de regadío no regadas para ser repartidas entre familias
de campesinos o entre colectividades de agricultores. Las tierras de la nobleza
y las que habían participado en el pronunciamiento de Sanjurjo fueron
confiscadas con indemnización. Para llevar a cabo la redistribución de las
tierras se creó el instituto de reforma agraria del que dependían las juntas
provinciales y las comunidades de campesinos. Se otorgó al instituto un crédito
anual de 50 millones de pesetas y se proyectó asentar anualmente 60 a 75000
campesinos. El mecanismo de actuación fue el siguiente: Las tierras expropiadas
o confiscadas pasaban a ser propiedad del instituto que las transfería a las
juntas provinciales que a su vez las entregaban a las comunidades de campesinos
para su explotación colectiva o individual, según lo hubieran decidido previamente
los campesinos. Los problemas que se presentaron fueron numerosos y graves sin
contar con la oposición de los terratenientes expropiados o confiscados. En
definitiva, en vez de los 60000 campesinos por año, después de dos años de
actuación del Instituto sólo se rebasaron los 12000 y esta reforma esperada se
convirtió en una cuestión de difícil solución.
A mediados del 33 eran evidentes los
síntomas de inestabilidad a pesar de los logros en estos dos años de República
de izquierdas. Especialmente conflictiva era la cuestión de la Reforma Agraria
cuya lentitud originó algunos levantamientos de matiz anarquista como el que
tuvo lugar en Casas Viejas (Cádiz) cuya dura represión hizo tambalear el
gobierno de Azaña. Mientras, los radicales comenzaban su colaboración con la
CEDA (la representación política de la iglesia dirigida por Gil Robles). En
Septiembre del 33 Azaña dimitió como jefe del gobierno a causa de la oposición
parlamentaria y el presidente de la República Alcalá Zamora decidió convocar
nuevas elecciones.
Y
como no, hemos dejado todo lo relacionado con LA EDUCACIÓN para explicarlo en un apartado distinto a la
de las demás reformas ya que será este el núcleo de nuestro trabajo.
LA
REFORMA EDUCATIVA EN EL PRIMER BIENIO
"El
profesor empieza por la escuela, por la escuela socializada, por la escuela no
como elemento de acción directa para la formación de juventudes con arreglo a
un plan definido, solamente, sino, antes como vocación, como instrumento
elaborado ya en anticipo por la energía vocacional creadora"
Fernando de los Ríos. Profesor de Derecho Público La
Prensa. 8 de Mayo de 1931. Pag 2.
Uno
de los primeros objetivos de la República fue la erradicación del analfabetismo
a través del acrecentamiento de centros docentes públicos a través de las ideas
expuestas por determinados docentes de acuerdo con principios metodológicos
activos renovados.
La
educación era una necesidad básica para el nuevo gobierno, ya que el 85% de los
campesinos y el 30% de los que habitaban en la ciudad eran analfabetos.
A
finales de 1930 existían 745 escuelas nacionales y en 1933 se habían creado
1067 más, 143 en Las Palmas y 179 en Tenerife.
Los proyectos iniciales de creación de
plazas escolares se vieron frenadas por la falta de presupuesto, pero aún así
se incrementaron.
A esto hay que sumarle el problema de
los maestros. El objetivo de la República era crear escuelas, pero no se tuvo
en cuenta la cantidad de docentes con los que se contaban. El número de
profesionales era muy inferior a las ansias de expansión que se tenía, así que
se hicieron muchas convocatorias y cursos de formación para incrementar dichas
plazas.
Así el Consejo de Ministros aprobó un
anunciado decreto sobre creación de cursillos especiales para la selección de
maestros.
INGRESO MAGISTERIO PRIMARIO: Se hacía
mediante cursillos. Las escuelas normales de maestros y maestras serán los
organismos natos para la realización de esa misión selectiva. Se confiaron la
función calificadora a tribunales provinciales formados por profesores,
inspectores de primaria, enseñanza y maestros nacionales (uno de cada sexo) de
la provincia designada por los claustros, por el Consejo Provincial de
inspección y por las apreciaciones de maestros. Los cursillos constaron de:
a) Clases de
Pedagogía.- Letras, Ciencias, enseñanzas, auxiliares y de escuelas Normales y
Primarias.
b) Prácticas de
enseñanza por los aspirantes al magisterio.
c) Lecciones de
orientación cultural y pedagógica.
Las
clases duraban treinta días. La organización y la metodología estaban confiadas
a los inspectores los cuales tenían que hacer una observación en una libreta
tras cada jornada.
El periódico La Prensa el 5 de Agosto de
1931 nos informa sobre las causas de selección del profesorado en aquella
época, decía así:
"Los documentos que han de
ir preparando los aspirantes a maestros para los cursos de selección son los
siguientes:
Instancia dirigida al rector
del distrito universitario en la que se señale la provincia en la que desee
actuar el aspirante; copia certificada del título profesional; certificado
médico de que el aspirando no padece enfermedad contagiosa; acta de nacimiento
para probar la edad y naturaleza del aspirante y certificado del registro de
rebeldes como que se haya capacitado para ejercer cargo público"
Renovaron
todo lo que era el magisterio. En estas pruebas de selección a todos los
maestros que teniendo más de cuarenta años quisieran seguir ejerciendo les
inutilizaron el título para ejercer oficialmente. De esta forma evitaban que se
"contaminaran" de viejas teorías el sistema educativo, favoreciendo
así la renovación del mismo.
En
Canarias se pusieron a la vez otra serie de requisitos.
"A los maestros que solicitan regentar
escuelas interinamente, se les recuerda:
Primero.- Que las instancias se relacionan
mensualmente, pudiéndolas presentar los días hábito, pero no surtirán efecto
hasta el día 11 siguiente a su recepción.
Segundo.- Que la preferencia que se ha de tener en
cuenta al extender los nombramientos será la de isla o islas. La de localidad
es relativa y no podrán hacerla valer los interesados.
Tercero.- Que las renuncias habrán de hacerse antes
de la propuesta del maestro, el cuál anulará su instancia por medio de oficio,
dirigido al señor presidente.
Cuarto.- Que de que un maestro sea propuesto tiene
que posesionarse de su escuela y no renunciarla. Sólo en caso de enfermedad
certificada por el médico y conformándose este consejo podrá el maestro
renunciar a su destino sin incurrir en la pena señalada.
El secretario,
Fco. Delgado. (La prensa, 5 de Agosto de
1931).
En este
apartado hemos abordado el tema de la educación desde un plano general, común a
toda España. En las próximas páginas haremos hincapié en los aspectos
fundamentales acontecidos en Canarias con respecto a la implantación de lo que
se llamó en su momento la Reforma Educativa.
LA REFORMA
EDUCATIVA EN CANARIAS
En 1910 se señalaba que a Canarias de
las 527 escuelas que le correspondían en conformidad con los requisitos de la
Ley de 1857, le faltaban por crearse 300. Lo que quiere decir que en 57 años se
construyeron tan solo 227 escuelas.
Ese dato de enorme interés se completa
con la realidad de 1930. Unas 400 escuelas, en su mayoría más dotadas deberían
afrontar a unos 54600 niños en edad escolar, de los cuales sólo unos 16000
asisten a clase con normalidad. Es decir faltan unas 965 escuelas públicas.
Sosa Acevedo, en sus colaboraciones de
prensa durante 1929 y 1930 apuntaba la urgente necesidad de iniciar "...La
cruzada con el analfabetismo y la taberna..." No dejaba de tener razón el
entonces dirigente socialista del Valle de la Orotava, ante la penosa realidad
sociocultural de las islas.
Aunque las estadísticas existen no son
absolutamente fiables, el porcentaje de analfabetismo a principios de 1931
puede cifrarse entre un 30 y un 40%, por otro lado, casi la mitad de la
población infantil carecía de escolaridad afectiva. Esto y otros indicadores
que podrían buscarse ponen de relieve la verdadera faz de la dictadura, que en
seis años de gobierno prácticamente no abordó el problema de la instrucción
pública, no hizo más que seguir la tónica general de la monarquía en cuyo
último presupuesto- el de 1930- se destinaban solamente 6.5 millones de pesetas
a construcciones escolares, sin que ni siquiera una cantidad tan menguada
llegara a invertirse en la realidad.
En 1935, el Consejo Local de primera
enseñanza, en el norte de Tenerife, publicaba el resultado de su investigación
que ofrecerá la constatación de que "...el 75% de los padres no envían a
sus hijos a la escuela por egoísmo ç; un 17% por ignorancia; y el 8% por
necesidad..."
La creación de la Unión del Magisterio
Tinerfeño en 1933, coincidente con la aparición de Obreros de la Cultura,
órgano de la FETE-UGT, plantea la urgente necesidad de afrontar la grave
situación educativa. Para este órgano sindical se hace necesario al propiciar
"...no reformas, sino transformaciones profundas..." que frente a la
educación religiosa promoviera la enseñanza "...única, laica, popular y
democrática..."
La enseñanza media no dejaba de generar
similares inquietudes. Con apenas 2000 alumnos anuales y con un deficitario
rendimiento educativo situaba a las Islas en los últimos lugares del Estado.
A nivel nacional, como hemos dicho
antes, se hizo un vasto programa de escolarizar España, se adoptó un plan
quinquenal por la cifra ya mencionada de 27000 escuelas, y para la financiación
se autorizó por las Cortes una primera inversión de 400 millones de pesetas.
Además del Estado hubo que recabar la ayuda así como el 50% al 75% de la
inversión en edificios. Por su parte, el Estado se hacía cargo del resto de
inversión, de la retribución de los maestros y de los demás gastos de
funcionamiento.
Con este programa, durante el primer
año de la República se construyeron 7000 escuelas. El ritmo se aminoró desde
Octubre de 1931 al pasar a la cartera de instrucción pública el socialista
Fernando de los Ríos, por razones presupuestarias y por simple necesidad de
reabsorber todo el proceso de crecimiento anterior, limitó el programa de
construcciones pero puso el énfasis en otros aspectos educativos de no menos
transcendencia.
El principal de ellos fue la selección
de maestros. A tal fin se convocó un gran concurso con el que se dio entrada a
7000 nuevos maestros nacionales. Una afluencia tan masiva y súbita sólo resultó
viable por la redignificación de la enseñanza primaria y por la elevación de un
50% de los sueldos.
Según Ramos Oliveira el ritmo de
construcciones escolares durante el primer bienio evolucionó como sigue (un
número de aulas):
1931......7000
1932......2580
1933......3990
Durante el periodo cubierto por los
gobiernos Azaña se construyeron más escuelas que las puestas en marcha por la
monarquía en casi un tercio de siglo.
Junto con estas construcciones
escolares también se incorporó una idea novedosa, y era la importancia que se
le empezó a dar a la alimentación infantil, verdaderamente desastrosa en la
mayoría de las zonas rurales. A tal efecto, se crearon cantinas escolares
anexas a las escuelas para facilitar a los niños complementos alimenticios.
Los programas de enseñanza primaria y
secundaria del Gobierno Provisional y del primer bienio se complementaron con
una serie de importantes innovaciones, que de haber persistido habrían llegado
a representar una indudable mejora de la situación educacional y cultural de
España. Entre ellas hemos de mencionar, por lo menos, los consejos de
enseñanza, la educación nocturna, las bibliotecas ambulantes, las misiones
pedagógicas, y la creación de nuevos centros de investigación y cultura.
Por decreto del 9 de Junio de 1931 se
crearon el Consejo de Primera Enseñanza, el Consejo Universitario, Los Consejos
Provinciales y los Consejos Locales, en un intento de coordinar la enseñanza
tanto en sentido vertical como horizontal. En los Consejos se dio entrada a
representantes de las familias de los educandos y a diversas instituciones y
coordinadores.
Aunque todos los consejos no
funcionaban con idéntica eficacia, lo cierto es que muchos de ellos
representaron el germen de desarrollos educacionales sorprendentes. En algunas
provincias donde el peso de la fuerza políticas representaban mejor a la mayoría
en el gobierno, los esfuerzos de los ayuntamientos tuvieron resultados
sencillamente espléndidos.
Por otro lado, una orden del ministerio
de instrucción pública del 1 de Diciembre de 1932, abrió una gran posibilidad
para el futuro. Se trataba de facilitar el acceso a la educación a los adultos
analfabetos o que quisieron perfeccionar su formación. Una iniciativa que
permaneció largo tiempo hasta un resurgimiento en la década de 1950.
Otra iniciativa de extender la cultura
a los núcleos de población más atrasados fueron las más de 5000 bibliotecas
ambulantes que se pusieron en marcha. Pero fue, sin duda, con las misiones
pedagógicas como la joven República mostró sus mejores intenciones de ir
transformando lo más rápido posible el tejido de ignorancia y oscurantismo que
hasta entonces había cubierto el país.
Por último, la República creó una serie
de Instituciones destinadas a impulsar el desarrollo de la investigación
científica y de la cultura. Nacieron así en Instituto de Investigaciones
Científicas, la Escuela de Estudios Árabes, el Instituto para la Investigación
y publicaciones de fuentes de la Historia Medieval de España, y la sección de
Pedagogía de la Universidad de Madrid. Por primera vez se relacionaba a la
Universidad con los problemas específicos de la docencia, en un Institución que
hasta 1969, al crearse los Institutos de la Educación fue de facto el único
centro de formación de especialistas en la enseñanza.
CONCLUSIÓN
En
definitiva la República venía a romper esa inercia histórica y a poner en
marcha un programa moderno de "educación para todos". Que en ese
programa hubiese errores era algo lógico por la envergadura de la empresa, y
por la premiosidad en alcanzar resultados con que superar una situación de
auténtica tragedia nacional heredada del pasado.
Estos avances se ensombrecieron con el
acceso de las derechas al gobierno tras el triunfo electoral de Noviembre de
1933. El presupuesto de instrucción pública creció con mucha lentitud;
sustancialmente se estaba volviendo a la tesis subyacente de que educar al
pueblo podía ser pésimo negocio para los mediocres propósitos de la oligarquía
dominante.
La República, al menos en su primer
bienio, hizo muchas cosas positivas, y de hecho muy progresistas como es el
caso que nos ocupa, la educación. De hecho si comparamos los artículos
destinados a la educación de la Constitución de 1931 y los de nuestra actual
Carta Magna nos daremos cuenta de que en la década de los treinta se tenía una
perspectiva mucho más progresista de lo que a nuestro tema se refiere. En su
afán de separar la iglesia de las escuelas, en la Constitución del 31 se
prohíbe dar clases de ninguna de las religiones ya que para ello ya tiene éstas
sus edificios y lugares asignados a tal efecto, mientras que en la Constitución
actual se recoge el derecho de los padres de que sus hijos reciban la educación
religiosa y moral que ellos crean oportuno (no lo dice con estas palabras pero
hacemos un interpretación libre). Total que al final todos hemos tenido que dar
sólo y exclusivamente religión Católica o ir a Ética. En la República esto no
hubiera sucedido. Lo que ocurre es que después de la subida al poder de la
CEDA y compañía y más tarde la toma del
poder del General Franco, nos sumieron en una concepción tan pobre como básica
de lo que realmente significa la educación y lo verdaderamente importante que es
ésta para la sociedad.
INDICE
1.-
JUSTIFICACIÓN DEL TEMA
2.- BREVE
CRONOLOGÍA DE LOS TRES PRIMEROS AÑOS
3.- POLÍTICOS
MÁS DESTACADOS DE LA ÉPOCA
4.-.-
DEFINICIÓN DE REPÚBLICA
5- CONTEXTO
GENERAL DE LA SEGUNDA REPÚBLICA ESPAÑOLA EN EL PRIMER BIENIO
6.- LA REFORMA
EDUCATIVA EN EL PRIMER BIENIO
7.- LA REFORMA
EDUCATIVA EN CANARIAS
8.- CONCLUSIÓN
9.-BIBLIOGRAFÍA
Brito González, O. (1989).-
La segunda República. Centro de la cultura Popular Canaria.
Tenerife.
Ferraz Lorenzo. M.
(1996).- Las pautas de la enseñanza republicana en el contexto económico y
social del Archipiélago canario. Revista de Educación. Num. 311.
Pags 355-376.
Tamaro, R.- Historia
de España. Alfaguara VII. Alianza Universidad.
VV.AA (1988).- Gran
Diccionario enciclopédico Plaza. Plaza & Janes Editores.
Barcelona. Tomo. XVI.
Direcciones de
Internet consultadas:
www.altavista.com ( buscar II
República española)
www.yahoo.com (misma búsqueda)
www.ole.com (misma búsqueda)
www.eresmas.com (def.
república)
Fuentes
gráficas consultadas:
La Prensa. Todos
los periódicos comprendidos entre los años 1931-1933.
Historia
y educación en Canarias
LA REFORMA EDUCATIVA
EN EL
PRIMER BIENIO DE LA SEGUNDA
REPÚBLICA ESPAÑOLA
JUSTIFICACIÓN
DEL TEMA
Hemos
elegido el tema de la segunda República española, tratando más concretamente la
Reforma educativa , centrándonos en el primer bienio y, por supuesto, haciendo
hincapié en lo que supuso esta nueva forma de entender la educación para
nuestro Archipiélago.
En
un principio pensamos en hacer un trabajo sobre la época franquista, pero al
final, nos dimos cuenta que en la República íbamos a encontrar muchos aspectos
innovadores y que eso enriquecería más nuestra perspectiva de futuras
(esperamos que con este trabajo ya no seamos futuras, sino, de hecho,
pedagogas) profesionales dentro de este campo. En efecto ha sido así, hemos
encontrado muchas cosas que aún hoy en pleno siglo veintiuno nos han hecho
reflexionar sobre la precariedad de nuestra Constitución en lo que a educación
se refiere si la comparamos con las descritas en la Carta Magna de 1931.
A
modo de anécdota hemos tenido como referencia una vivencia que tuvo una de
nosotras en Escocia. Hablando con un chico católico de aquella zona me dijo que
nosotros los españoles le debíamos mucho a Franco, porque si los republicanos
hubieran ganado la Guerra Civil no hubieran tenido ningún tipo de programa para
sacar a España adelante y nos hubiéramos hundido en el retraso y la
precariedad. Efectivamente ahora tenemos claro que aquellas palabras sólo las
podía pronunciar alguien que no vivió la época franquista, que lo ha leído en
un libro que un día le recomendó un heredero de la dictadura, y que no sabía
nada de lo que nosotras hemos tratado de exponer en este trabajo, de los
avances que se hicieron en este país en aquellos años, del entusiasmo a la hora
de hacer partícipe a un pueblo de una nueva manera de entender el mundo, y el
ejemplo claro de convivencia y tolerancia, rota años más tarde por el que hizo
del silencio y la ignorancia "santo y seña" de este país llamado
España.
@1998 por Paya Frank
Copiado del blog de Paya Frank
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