Hanell, F., Carlsson, H., Engström, L. & Hansson, J. (2025). Canaries of Democracy: The Role of Public Libraries in Times of Political Turmoil. Public Library Quarterly, 44(2), 198-222. https://doi.org/10.1080/01616846.2024.2385741
La expresión hace referencia a los canarios que se usaban en las minas para detectar gases tóxicos. Si el canario moría, era una señal de que el ambiente era peligroso para los humanos. En este sentido, el título sugiere que las bibliotecas actúan como indicadores tempranos de problemas en la salud democrática de una sociedad.
Se analiza el papel de las bibliotecas públicas en Suecia como instituciones clave para la defensa de la democracia en un contexto de creciente polarización política y avance del populismo de extrema derecha. El estudio se basa en un proyecto de investigación de tres años que explora cómo el personal bibliotecario percibe, interpreta y enfrenta los cambios en el clima político y social que afectan a la labor cotidiana de las bibliotecas.
El texto parte de la idea de que las bibliotecas públicas han sido históricamente un símbolo de la democracia, del acceso libre a la información y de la igualdad de oportunidades culturales. Sin embargo, en tiempos de crisis política, esos valores se ven cuestionados. Los autores examinan cómo las bibliotecas suecas, que tradicionalmente se han caracterizado por su neutralidad y compromiso con el pluralismo, comienzan a experimentar tensiones derivadas de la aparición de discursos extremistas, de la desconfianza hacia las instituciones públicas y de las presiones políticas sobre su programación y sus colecciones.
Para comprender este fenómeno, los investigadores realizaron una encuesta longitudinal a profesionales del sector bibliotecario durante tres años consecutivos. Este método les permitió observar tanto la persistencia de ciertas actitudes estables —como el bajo nivel de implicación política explícita de los trabajadores de las bibliotecas— como la evolución de factores que evidencian un aumento de la preocupación por la polarización social. Los resultados muestran que, aunque la mayoría del personal no percibe una injerencia política directa en su trabajo, sí se enfrentan a situaciones en las que deben tomar decisiones delicadas respecto a la organización de actividades, la selección de materiales o la colaboración con actores locales que pueden tener agendas ideológicas.
Uno de los hallazgos más relevantes es que los bibliotecarios se ven cada vez más obligados a reflexionar sobre el equilibrio entre neutralidad profesional y compromiso democrático. En algunos casos, la presión política o la autocensura se manifiestan de forma sutil, a través de la prudencia excesiva o del miedo a generar controversia. Los autores interpretan estos comportamientos como señales de que las bibliotecas están funcionando como “canarios de la democracia”: indicadores tempranos de que el entorno democrático puede estar deteriorándose. Cuando las bibliotecas comienzan a sentir las tensiones de la polarización, ello podría significar que el espacio público en general también se está restringiendo.
El artículo concluye que, para que las bibliotecas sigan cumpliendo su función como guardianas de la democracia, es necesario reforzar su capacidad institucional y profesional para afrontar situaciones de conflicto político. Esto implica revisar las políticas de servicio, ofrecer formación específica al personal en gestión de controversias y reafirmar la misión democrática de las bibliotecas como espacios de diálogo y pensamiento crítico. Los autores subrayan que la defensa de la democracia no consiste en adoptar una postura partidista, sino en garantizar que las bibliotecas sigan siendo lugares donde todas las personas puedan acceder libremente a la información, expresar sus ideas y participar en la vida cívica sin miedo ni exclusión.
En síntesis, el estudio plantea una reflexión profunda sobre el papel contemporáneo de las bibliotecas públicas como instituciones cívicas. En tiempos de turbulencia política, las bibliotecas pueden actuar como sensores sensibles del estado de la democracia: si comienzan a verse afectadas por presiones ideológicas o políticas, ello es un indicio de que los valores democráticos requieren una defensa activa. El artículo invita, por tanto, a repensar la neutralidad bibliotecaria y a reconocer que, en determinados contextos, la defensa de la democracia pasa precisamente por no ser neutrales ante las amenazas que la ponen en riesgo.
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